"(...) sospechamos que en gran medida el alma es algo así, como si, tensado nuestro cuerpo y sostenido por lo caliente y lo frío, lo seco y lo húmedo, y algunas cosas tales, nuestra alma fuera mezcla y armonía de estos mismos elementos, cuando dichos elementos se mezclan bien y de manera proporcional unos con otros. De donde, si, por casualidad, el alma es una especie de armonía, es evidente que, cuando nuestro cuerpo se relaja de manera desmesurada, o se tensa por las enfermedades, es necesario que el alma se vea obligada a perecer enseguida, por muy divina que sea, lo mismo que también las demás armonías, tanto las que existen en los sonidos, como en cualquier obra de los artistas;"
Frases de Filosofos
viernes, 24 de abril de 2015
jueves, 23 de abril de 2015
Fedón 80b
"-Pues bien, mira, Cebes, si, de todas las aseveraciones dichas, estamos de acuerdo en esto: en que el alma, por sí misma, es lo más semejante a lo divino y a lo inmortal, a lo comprensible y a lo simple e indisoluble, y a lo que siempre esta así, en el mismo estado; y por su parte, el cuerpo, por sí mismo, es muy semejante a lo humano, mortal, variado, incomprensible, disoluble y que nunca hasta ahora está en el mismo estado."
miércoles, 22 de abril de 2015
Fedón 75b
"-Luego, antes de que nosotros comenzásemos a ver y oír y percibir las demás cosas, era menester que, de algún modo, nosotros hubiéramos adquirido el conocimiento de qué es lo igual en sí, si íbamos a comparar con esto las cosas iguales procedentes de los sentidos, puesto que todas se afanan en ser semejantes a aquello, pero en verdad son inferiores."
pág. 145 Apologia de Sócrates. Critón. Fedón. Ed. Akal
pág. 145 Apologia de Sócrates. Critón. Fedón. Ed. Akal
Fedón 73a(argumento de la reminiscencia a favor de la preexistencia del alma)
-Con toda seguridad -dijo Cebes, interrumpiéndolo-: según aquel razonamiento, Sócrates, que tú acostumbras a decir con frecuencia, de que nuestro aprendizaje, casualmente, no es otra cosa que un recuerdo; y, según éste, es necesario que nosotros, en algún lugar determinado, en algún tiempo anterior, hayamos aprendido lo que ahora recordamos. Pero esto es imposible, a no ser que nuestra alma preexistiera en cualquier lugar antes de estar en esta figura humana; de modo que también, por esto mismo, el alma parece ser algo inmortal.
pág 141 Apologia de Sócrates. Critón. Fedón. Ed. Akal
pág 141 Apologia de Sócrates. Critón. Fedón. Ed. Akal
Fedón 70e-72e (argumento de los contrarios a favor de la inmortalidad del alma)
"(...)Por ejemplo, cuando algo se hace más grande, ¿No es necesario, sin duda, que con posterioridad se haya hecho mas grande a partir de lo que era menor?
-Sí.
-Y bien, en el caso de que se haga menor, ¿se habrá de convertir menor después, a partir de lo que antes era mayor?
(Y varios ejemplos más: debilidad-fuerza, peor-mejor, justicia-injusticia)
(...) ¿No es verdad que es necesario, que al menos de hecho, sea así en todas las ocasiones: que las cosas nazcan unas de otras y que la generación se produzca de su contraria?
-Con mucho, en verdad- dijo Cebes.
-¿Qué, pues? -preguntó Sócrates-. ¿Existe algo contrario a la vida, lo mismo que el sueño es contrario a la vigilia?
-Sin duda alguna- respondió.
-La muerte-contestó.
-¿Y no es cierto que ellas hacen la una de la otra, puesto que precisamente son contrarias? ¿Y que sus generaciones surgen de la una a la otra, puesto que son dos?
(...)
-Entonces, Cebes, los seres vivos y las personas vivas ¿Proceden de los muertos?
-Es evidente- replicó.
-Por tanto-dijo, nuestras almas existen en el Hades.
-Ello parece.
-Así que, ¿de las dos generaciones referentes a estos seres, al menos, la una, por casualidad, es clara? Pues, sin duda, el morir está claro. ¿O no?
-Con toda certeza- respondió.
-Por consiguiente, ¿Cómo obraremos?-dijo Sócrates-. ¿No contrapondremos la generacion opuesta, pues, si no, la naturaleza quedaría coja? ¿O acaso no es necesario otorgar a la muerte una generación contraria?
-Desde luego que lo es- contestó Cebes.
-¿Y cuál es esa?
-La resurrección."
pág. Apologia de Sócrates. Critón. Fedón. Ed. Akal
-Sí.
-Y bien, en el caso de que se haga menor, ¿se habrá de convertir menor después, a partir de lo que antes era mayor?
(Y varios ejemplos más: debilidad-fuerza, peor-mejor, justicia-injusticia)
(...) ¿No es verdad que es necesario, que al menos de hecho, sea así en todas las ocasiones: que las cosas nazcan unas de otras y que la generación se produzca de su contraria?
-Con mucho, en verdad- dijo Cebes.
-¿Qué, pues? -preguntó Sócrates-. ¿Existe algo contrario a la vida, lo mismo que el sueño es contrario a la vigilia?
-Sin duda alguna- respondió.
-La muerte-contestó.
-¿Y no es cierto que ellas hacen la una de la otra, puesto que precisamente son contrarias? ¿Y que sus generaciones surgen de la una a la otra, puesto que son dos?
(...)
-Entonces, Cebes, los seres vivos y las personas vivas ¿Proceden de los muertos?
-Es evidente- replicó.
-Por tanto-dijo, nuestras almas existen en el Hades.
-Ello parece.
-Así que, ¿de las dos generaciones referentes a estos seres, al menos, la una, por casualidad, es clara? Pues, sin duda, el morir está claro. ¿O no?
-Con toda certeza- respondió.
-Por consiguiente, ¿Cómo obraremos?-dijo Sócrates-. ¿No contrapondremos la generacion opuesta, pues, si no, la naturaleza quedaría coja? ¿O acaso no es necesario otorgar a la muerte una generación contraria?
-Desde luego que lo es- contestó Cebes.
-¿Y cuál es esa?
-La resurrección."
pág. Apologia de Sócrates. Critón. Fedón. Ed. Akal
Fedón 69b
-Mi buen amigo Simmias, tal vez no se ésa la conversión recta con relación a la virtud: cambiar placeres por placeres, y dolores por dolores, y temor por temor, y cosas mayores por menores, lo mismo que monedas; sino que la única moneda verdadera, por la cual es necesario cambiar todas estas, es aquélla, la sabiduría; y por esto, y con esto, todas las cosas son comprables y vendibles, en realidad: con la sabiduría no existen la hombría, la sensatez, la justicia y, en general, la verdadera virtud, ya se añadan o se quiten placeres, temores y todas las demás cosas de ese estilo; mienteas que, separadas de la prudencia y cambiadas unas por otras sea, en realidad, una mera apariencia(...)""
pág. 135-136 Apologia de Sócrates. Critón. Fedón. Ed. Akal
pág. 135-136 Apologia de Sócrates. Critón. Fedón. Ed. Akal
martes, 21 de abril de 2015
Fedón 66e-67d
(...)
Ahora bien, se nos ha demostrado, en rigor que, si vamos a conocer alguna vez algo en su pureza, hay que apartarse del cuerpo y contemplar las realidades en sí mismas con nuestra propia alma; y entonces, según parece, nosotros tendremos aquello que deseamos y de lo que sostenemos que estamos enamorados: la sabiduría, una vez que hayamos muerto, como muestra el razonamiento; pero no mientras estemos vivos. Desde luego, si no es posible conocer nada de forma pura, en unión con el cuerpo, una de dos: o de ningún modo es posible adquirir el saber, o sólo lo será cuando muramos; ya que entonces, pero no antes. el alma existirá sola en sí misma, sin el cuerpo.
(...)
-Y, ¿Acaso no conviene que la purificación sea esto, que precisamente desde antaño se dice en la tradición: que el alma se separe lo más posible del cuerpo, y que se acostumbre a concentrarse en ella misma en sí misma, y a recogerse desde todas las partes del cuerpo, y que viva, en la medida de sus posibilidades, tanto en la actualidad presente, como en la futura, sola en sí misma, liberada del cuerpo, como de unas cadenas?
pág. 132-133 Apologia de Sócrates. Critón. Fedón. Ed. Akal
Ahora bien, se nos ha demostrado, en rigor que, si vamos a conocer alguna vez algo en su pureza, hay que apartarse del cuerpo y contemplar las realidades en sí mismas con nuestra propia alma; y entonces, según parece, nosotros tendremos aquello que deseamos y de lo que sostenemos que estamos enamorados: la sabiduría, una vez que hayamos muerto, como muestra el razonamiento; pero no mientras estemos vivos. Desde luego, si no es posible conocer nada de forma pura, en unión con el cuerpo, una de dos: o de ningún modo es posible adquirir el saber, o sólo lo será cuando muramos; ya que entonces, pero no antes. el alma existirá sola en sí misma, sin el cuerpo.
(...)
-Y, ¿Acaso no conviene que la purificación sea esto, que precisamente desde antaño se dice en la tradición: que el alma se separe lo más posible del cuerpo, y que se acostumbre a concentrarse en ella misma en sí misma, y a recogerse desde todas las partes del cuerpo, y que viva, en la medida de sus posibilidades, tanto en la actualidad presente, como en la futura, sola en sí misma, liberada del cuerpo, como de unas cadenas?
pág. 132-133 Apologia de Sócrates. Critón. Fedón. Ed. Akal
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